martes, 1 de julio de 2008

“Los libros que no leemos son las palabras e ideas que nos faltan”

(Francisco Romero* en el Día del Escritor) (2ª. parte)
¿Cuál es entonces en esos siete años de dictadura cívico-militar el valor social dado al conocimiento? Una sociedad ahora pasiva, brutalmente disciplinada a través del uso político del terror, derrotada en sus aspiraciones de cambio, empobrecida, ya no sujeto social ni político sino suma de individualidades sobrevivientes, no desea conocer ni leer más allá de lo que le dicen que necesita saber o leer. Su deseo de interrogar lo real ha sido inhibido, entonces aprenderá a escuchar y repetir lo que se debe decir para sobrevivir.
¿Y cuál fue en la larga década infame de los 90 –prolongada hasta el 2002- el valor dado al conocimiento y la lectura? Bulimia y anorexia moral, cultural y lingüística mediante –y por lo tanto-, política, nuestra sociedad fue neoliberalizada-tinellizada por la fuerza de las dictadura de mercado y la de los medios –cuyos dueños son los vencedores del golpe del 76-; y entonces, derrotada la cultura del trabajo y del estado como garante de los derechos colectivos y de la solidaridad, triunfó la del individualismo y la antisolidaridad: "Hacé la tuya", dirá en una publicidad de gaseosa el individualismo masificador. Los infinitivos zafar y transar son su credo. El desprestigio social del conocimiento alcanza su máximo apogeo (**). Lectura y periodismo: "nos van a entretener hasta la muerte" escribe José Pablo Feinmann en relación a la cultura audivisual del teconocapitalismo de mercado, y yo me permito agregar: “morbosa y estúpidamente”. La ley de radiodifusión actualmente en vigencia, viene de la dictadura cívico militar del 76. Por eso buena parte de lo que vemos, escuchamos y leemos responde a los intereses del pensamiento único globalizador de tres o cuatro multimedios. La llamada formación de la opinión pública es, las más de las veces, una ficción construida desde esas matrix que nos arman la agenda de preocupaciones y temas de conversaciones nacionales.

(*) Subsecretario de Cultura de la Provincia de Chaco
(**) Recordemos que el ex ministro de economía, Domingo Cavallo, mandó a los científicos argentinos a “lavar los platos”… (N.d.E.)

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